La economía mundial se ha fortalecido, con un estímulo monetario y fiscal que apuntala una mejora amplia y sincronizada en las tasas de crecimiento en la mayoría de los países, pero hay efectos adversos por la falta de una mayor inversión del sector privado como los bajos salarios, esto de acuerdo con las últimas Perspectivas Económicas de la OCDE.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) señala en su último reporte que se prevé que el crecimiento anual de la economía mundial mejore ligeramente en 2018, pero se mantendrá por debajo de los niveles alcanzados antes de la crisis.
Advierte que los desafíos a largo plazo inhiben economías más fuertes, más inclusivas y más resilientes.
La OCDE hace ver que hay efectos persistentes de un crecimiento prolongado y deficiente en el desempeño del sector privado, incluida la inversión, el comercio y la productividad.
Destaca que aún cuando las tasas de empleo están ahora por encima de las tasas previas a la crisis en muchas economías de la OCDE y el desempleo está disminuyendo, esto todavía no ha producido aumentos sólidos en los salarios reales.
Asimismo previó que el crecimiento promedio de los países de la OCDE se debilitará en 2019 puesto que no se muestra una clara señalar de cambio de las tendencias subyacentes.
Para Catherine Mann, economista en jefe de la OCDE “la economía global está volando bajo y en riesgo de turbulencia financiera" y “la única estrategia es buscar un enfoque de política integrada que equilibre las acciones para impulsar el crecimiento, mitigar los riesgos en el sector financiero y mejorar la resiliencia. No podemos darnos el lujo de ser complacientes y asumir que la economía de hoy en día es tan buena como es posible puesto que las generaciones futuras tiene derecho a exigir lo mejor”.
Por su parte José Ángel Gurría, secretario general de la OCDE, indicó que "el crecimiento ha cobrado impulso y la perspectiva a corto plazo es positiva, pero aún existen debilidades y vulnerabilidades claras"
Agregó que "hay una necesidad de enfocar la acción estructural y fiscal en impulsar el potencial a largo plazo a medida que se reduce el apoyo a la política monetaria. Los países deberían implementar paquetes de reformas que catalicen al sector privado para promover la productividad, salarios más altos y un crecimiento más inclusivo".
El reporte de la OCDE afirma que la deuda de los hogares y las empresas en muchas economías de mercado avanzadas y emergentes es alta, lo que crea vulnerabilidades y genera dudas sobre la sostenibilidad del crecimiento en el mediano plazo, de ahí que sea necesario un enfoque de política integrada, que se base no sólo en los instrumentos macroeconómicos y macroprudenciales, sino también en los problemas estructurales subyacentes.
Agrega que un sistema financiero más sólido y saludable reduciría el sesgo fiscal hacia la deuda, profundizaría los mercados de acciones y mejoraría el diseño de los regímenes de insolvencia. Eliminar los subsidios fiscales a la vivienda y hacer que el suministro de vivienda sea más fluido mitigaría la tendencia a los ciclos de auge y caída.
La OCDE proyecta que la economía mundial crecerá un 3.6% este año, un 3.7% en 2018 y un 3.6% en 2019.
Las nuevas proyecciones reflejan ligeras mejoras en la economía mundial desde las Perspectivas económicas provisionales de septiembre de 2017, pero también preocupaciones sobre el impulso del avance.
Para Estados Unidos ubica el avance de su economía en 2.2% en 2017, un 2.5% en 2018 y un 2.1% para 2019.
Por lo que hace a la zona euro prevé un 2.4% para este 2017, 2.1% para 2018 y de sólo 1.9% para 2019.
En cuanto a la expansión en las principales economías de mercado emergentes señala que está mejorando gracias a la renovación de la inversión en infraestructura en China y la recuperación de la recesión en las principales economías exportadoras de productos básicos, pero aún es más suave que en el pasado.
El crecimiento en China se proyecta en 6.8% en 2017, 6.6% en 2018 y 6.4% en 2019, en parte como reflejo del continuo reequilibrio en el modelo de crecimiento de China.
En India el crecimiento se proyecta en 6.7% en 2017 y 7.0% en 2018 y 7.4% en 2019, gracias a las reformas que se espera impulsen la inversión, la productividad y el crecimiento.
Rusia se está recuperando de la recesión y se prevé que crezca un 1.9% en 2017 y 2018 y un 1.5% en 2019. También se espera que Brasil salga de la recesión con una tasa de crecimiento del 0.7% en 2017, 1.9% en 2018 y 2.3% en 2019.
*México crecerá 2.7% en 2017
En cuanto a México la OCDE destaca que el crecimiento se mantiene por encima del 2% a pesar del entorno incierto, la consolidación fiscal y las condiciones monetarias más restrictivas.
Considera que la economía se reequilibrará, con una mayor contribución de las exportaciones y la inversión al crecimiento, mientras que el consumo privado se desacelerará por el golpe de la alta inflación.
Asimismo estima que la expansión crediticia se desacelerará como consecuencia del endurecimiento de la política monetaria.
Estima que la economía mexicana conseguirá un crecimiento de 2.4% este año, y de 2.2% en el 2018.
Ambos pronósticos incorporan ajustes al alza de medio punto porcentual para la previsión que tenían en junio para este año, que se ubicaba en 1.9% y de dos décimas arriba de la que previó ese mismo mes para el 2018, que estaba en 2%.
La OCDE explica que el impulso de la actividad económica resulta de la materialización de inversiones que se habían retrasado, así como “de las ofertas exitosas del sector energético” y las recientes reducciones de cargas administrativas para los emprendedores, lo que consideran que ha incrementado la inversión doméstica de los negocios.