El grado de concentración de la banca en el mundo es aún “alarmantemente elevado” y la falta de regulación del sector financiero es todavía una de las características principales del actual mundo hiperglobalizado, de acuerdo con el Informe sobre el comercio y el desarrollo 2017 de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD, por sus siglas en inglés).
El estudio advierte sobre el peligro que representa la incapacidad de regular debidamente al sector financiero para hacer frente al arraigo de la desigualdad y construir economías inclusivas.
El hecho de que sean pocas las instituciones las que detentan la mayor parte del mercado implica que, en muchos países, los balances consolidados a nivel mundial de los cinco principales bancos son superiores a la renta nacional.
Incluso, señala que en el caso de muchas economías, las posiciones de los activos o pasivos frente al exterior de sus sectores nacionales también superan su PIB, lo cual genera una situación de gran inestabilidad para el sistema financiero mundial.
En las últimas décadas se ha intensificado el control del sector financiero sobre economías enteras, muestra de ello es que los activos totales del sector bancario desde los años de 1990 se han más que duplicado en la mayoría de los países, alcanzando máximos superiores al 300% del PIB en algunas economías de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), precisa el Informe.
En los países desarrollados la banca es un sector que representa unos 100 billones de dólares, cifra que hoy por hoy supera la renta mundial. Asimismo, las tendencias en los países en desarrollo y en las economías en transición registran máximos superiores al 200% del PIB en algunos casos
La financiarización se ha visto acompañada por un aumento del endeudamiento en todo el sector no financiero, que se elevó hasta el 188% del PIB mundial antes de la crisis del 2008.
A pesar del desastroso final en 2008 del modelo de crecimiento impulsado por la deuda, esta tendencia estableció un récord en el endeudamiento del 230% del PIB en 2016.
Respecto al tema de la regulación, el Informe indica que, pese a que en el momento de crisis financiera se habló sobre la urgencia de hacer una reforma, las medidas regulatorias adoptadas hasta la fecha han consistido únicamente en recortarle las alas a las finanzas de altos vuelos, ya que ahora los préstamos que se conceden están más o menos garantizados por activos y se han reducido un poco las operaciones en la sombra.